El Marciano fue el primer miembro de "La Sociedad de los Martes" que usó un cronoportador de marfil con el fin de alterar severamente la Realidad.
Al igual que todas las personas, creía que viajar en el tiempo era una cosa instantánea: nada más lejos de la verdad.
Aprendió en los cursos de rutina que impartía la "Alianza Araquense de CronoNautas" (AACN) que hay una relación proporcional cuasilogarítmica para hacer el viaje al pasado. Si se viajan 6 años hacia atrás, hay que esperar 3 meses dentro de la cámara cronoscópica. Pero viajar 10 años hacia atrás no implica 5 meses, sino más bien 14, y así sucesivamente.
El Marciano olvidó esa lección porque se enseñaba en los primeros cursos obligatorios de Orientación. Así que quiso, en plan ambicioso, viajar 100 años al pasado. Sin contar que ello le llevaría 731 meses de espera.
La ventaja es que en una cámara cronoscópica no envejecemos: el cuerpo queda "congelado" (eso se aprende en el segundo nivel de estudios crononáuticos), pero la conciencia no se apaga.
Viajar lejos en el tiempo, luego se supo, altera tanto la mente debido a la espera por llegar al destino que el explorador temporal termina absolutamente desquiciado una vez finaliza el viaje. Es por ello que ahora limitamos el retroceso a máximo 28 meses. La Espera en la cámara era una fábrica de asesinos y sicópatas, muy peligrosos para soltarlos en alguna de las Lineas de Todas las Realidades posibles.
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Relato participante en los microretos del Tintero de oro, mayo 2025, tema: La espera
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242 palabras....ummm, me faltan 8.
ReplyDeleteUna idea compatible con la teoría de la relatividad.
ReplyDelete¿Hay pasatiempos en la cámara?
De lo contrario, el aburrimiento podría ser el factor enloquecedor.
Y un asesino desquicidado, pudiendo alterar la historia, sería de lo más peligroso.
Saludos.
Hola José, una excelente propuesta para el Tintero. Me encantan los viajes en el tiempo y ese giro de tuerca que le das, donde resulta que hay que esperar tiempo en el proceso me pareció muy ingenioso. Creo que al final esa decisión de limitar el retroceso es la correcta. Te felicito por un relato entretenido y bien contado. Saludos.
ReplyDeleteDe hecho limitamos el retroceso en el tiempo de nuestros recuerdos. Magnífico el encuadre que le has dado. Es un relato atractivo, muy bien estructurado y completo en menos de doscientos cincuenta palabras. Aplausos. Un abrazo
ReplyDeleteAsí que el problema no era viajar en el tiempo... sino tener que hacer cola dentro del cronoportador. Brutal.
ReplyDeleteJosé, me ha encantado la idea: convertir la espera en un castigo mental dentro del propio viaje temporal es un giro de tuerca brillante. Porque claro, uno se imagina que pulsas un botón y zas... pero no, aquí hay que aguantar meses (¡o décadas!) con la conciencia activa. Más que un viaje, un castigo filosófico.
Y esa frase de “una fábrica de asesinos y psicópatas” me ha dejado riendo y pensando a partes iguales. Hay microcápsulas narrativas que funcionan como bombas lentas, y esta es una de ellas.
¡Un gustazo leerte en este reto!
Pues has elaborado un relato muy parecido a esa película que nunca entendí: Primer. El relato de viajes en el tiempo es un pulso contra el ingenio y la paradoja, pero aquí te centras en cuestiones técnicas y para más azucar al asunto añade el uso del término "marciano", un ser que se le predispone una inteligencia superior pero que se choca contra los tecnicismos y se queda en la inopia que él mismo crea sin querer.
ReplyDeleteMe gusta el estilo, es claro, a pesar de lo complicado del asunto, y el texto se debora con intriga y seguro de dónde estáss pisando. Muchas gracias por participar y un fuerte abrazo< José
Estupenda y original propuesta. El paso del tiempo y sus consecuencias puede dar mucho juego y tu has sabido aprovecharlo. La idea de poner límites al retroceso me parece muy sensata y acertada. Saludos!
ReplyDeletelady_p
Hola, José, con esos meses de espera, no sé yo si me animaría a viajar en el tiempo. Qué bien has construido la historia, no le falta detalle. Buen micro para el reto.
ReplyDeleteUn abrazo. 🤗
Estupendo, Jose. Una historia muy ingeniosa, con su puntito de ironía. Tremenda la espera de esos viajes en el tiempo y sus consecuencias. Ay...
ReplyDeleteOstras, que miedo! Pues casi mejor no viajamos en el tiempo, no? Je je! Genial planteamiento! Un abrazote!
ReplyDeleteA nuestra época tienen que viajar bastantes, jaja. Buena propuesta, hace pensar en los riesgos de viajar sin ir bien surtido de pasatiempos. Un saludo y gracias.
ReplyDeleteExcelente relato, Jose. El crononauta listillo acabó convertido en un psicokiller casi seguro. Jugar con el control del tiempo no me parece tan lejano. Lo que no sé son las consecuencias que podría traer en un mundo sin ética dominado por facciones enfrentadas y deseos de hacer guerras "desde dentro", promoviendo ejércitos como los de estos crononautas, que a buen seguro cambiarían la historia. Y si consiguieran viajar al futuro ¿qué nos pasaría a quienes vivimos en el presente?
ReplyDeleteUn abrazo.
Hola José, nos regala un relato que mezcla ciencia ficción con una crítica a la obsesión por alterar la realidad, además nos introduce una mecánica interesante: cuanto más atrás se viaja en el tiempo, más tiempo debe permanecer el viajero en la cámara antes de llegar a su destino. Este concepto transforma la espera en un castigo psicológico, convirtiendo a los viajeros en asesinos y psicópatas debido al aislamiento prolongado, definitivamente es una historia fascinante que explora los peligros de los viajes en el tiempo desde una perspectiva inesperada: la espera dentro de la cámara cronoscópica. Abrazos desde Venezuela
ReplyDeleteHola, Jose, en tu micro señalas muy bien que la espera va muy ligada al tiempo, o mejor dicho, que son inseparables Por eso los viajes en el tiempo también conllevan espera y como bien intuyes, mientras más lejano el tiempo, más larga la espera...
ReplyDeleteMe ha gustado mucho esa filosofía ingeniosa y por lo que te comento, quizás más real de lo que parece, por eso es que esos viajeros no regresan cuerdos, esperar tanto tiempo enloquece o es propio de locos, ja, ja. Un micro que se degusta con gracia y algo de ciencia ficción también. Buenos días venideros.
Hola José me ha parecido un micro muy original. Ciencia ficción y esa espera muy lógica como enloquecedora habra que andarse con cuidado por si nos topamos con esta gente. Un abrazo.
ReplyDeleteAhora se entiende porque Jack el destripador tiene pinta ee contemporáneo nuestro. Y porque no lo encontraron. Porque de esos viajes se vuelve, no?
ReplyDeleteAbrazooo
Ese sera el tema de la historia del CronoPortador, ciertamente las primeras versiones eran de solo viaje de ida....
DeleteAunque pudiéramos viajar al pasado, me resistiría a hacerlo. Si bien me atraería vivir tiempos y momentos pasados en los que fui feliz, la tecnología siempre puede fallar o, como en tu relato, jugarnos una mala pasada, o jugársela a los demás en caso de que el protagonista de la aventura se volviera un psicópata, je, je.
ReplyDeleteUn saludo.
No me extraña que tras su largo paso por el cronoportador, terminasen desquiciados, menuda larga espera. Un micro lleno de imaginación, muy bueno. Un abrazo
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