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— ¡Victoria total!
— ¿Qué ocurre? ¿Qué hiciste esta vez?
— He logrado reunir todas mis personalidades, todos mis avatares, todas mis identidades, todas mis versiones en una sola persona.
— Excepto por mí.
— Excepto por ti, querida hermana que aún te manifiestas muy indecisa.
— Si nos hemos reunido todas juntas desde todos los posibles rincones del Multiverso, es claro que también yo podría decir que he reunido a todas en mí y que tú eres la rebelde que no se ajusta a la integración.
— Probablemente, solo eres un efecto secundario de mi heroica empresa: tuve que esforzarme mucho para encontrar todas y cada una de mis “manifestaciones” cósmicas. Quizás estoy algo débil y tú eres algún efecto bipolar o algo así, algo de descanso me vendría bien.
— Sigues tomándote abusivamente el crédito de algo que hicimos juntas, cada una de nosotras ha reunido la misma cantidad de partes nuestras dispersas...
— Una de nosotras debe dejar de existir. Mientras estemos en estado dual no tendremos la suficiente fuerza para lograr nuestro siguiente paso.
— Puedo forjar un anillo y poner tu poder en él, de ese modo cuando estés en mi mano seremos más poderosas que si nos uniéramos en UNA sola.
— Es un buen plan, pero eso ya ha fallado. Si por alguna razón yo pierdo el anillo, quedaré muy débil, tenemos que asegurarnos de que jamás enemigo alguno sea capaz de separarnos. El enlace debe ser fuerte.
— Únete tú a mí y yo me uniré a ti.
— Eso ya lo hicimos alguna vez, el resultado es que las dos dejaremos de existir, para convertirnos en ELLA.
— Me temo que ELLA será tan poderosa que nuestra integración no pasará desapercibida. Hasta ahora ELLOS no han notado lo que estamos haciendo.
— Soy plenamente consciente de nuestros errores del pasado. Tengo un plan para que nadie note nuestro poder, así ELLA podrá pasar inadvertida e indetectable.
— ¿Estás segura?
— Esta vez no fallaremos.
— ¿Estás segura?
— ¿Te incomodaría tener el cabello gris?
— Mucho. Mi marca de identidad es ser rubia, llevo millones de años luciendo ese tipo de cabellera.
— El ritual requiere de un sacrificio.
— No tengo problema en cambiar mi cabellera, ¿qué ofrecerías tú?
— Mi aspecto de juventud.
— Muy bien. ELLA será una anciana con canas.
— Eso no es problema, aunque físicamente ELLA será una anciana en un cuerpo decrépito, su conocimiento podrá enmascarar el aspecto. Mediante un hechizo podrá aparentar belleza, juventud y una cabellera de oro.
— Entiendo, siendo en realidad anciana no pareceremos una amenaza, por eso ELLOS, no podrán detectarnos ni conocer nuestra intención.
— Y mediante un sortilegio podemos lucir atractivas.
— No puedo esperar más, ELLA debe brillar, mientras nosotras nos eclipsamos y disolvemos en poder puro.
— ¿Estás segura?
— Lo estoy, hasta que dejemos de existir.
— Entonces, que comience el eclipse.
— Pero, dime… ¿debería preocuparme por esos ojos que acaban de ver lo que pensamos?
— ¿Cuáles ojos?
Me parece que el plan es muy incoveniente para ella, ellas.
ReplyDelete¿Qué diosa querría lucir decrépita?
Bien planteada la conversación.
Me encanta ser consciente de reunir en uno mismo todas las personalidades que se posee, que se sienten, que se es. Un texto que da para mucho.
ReplyDeleteSAludos.
Uy es genial relato me dejaste sin palabras.
ReplyDeleteYo intento hacer lo mismo con todos los que somos dentro de mi cuerpo pero el resultado es una locura...
ReplyDeleteSaludos.
Me dejas pensando en si será bueno ir integrando todas mis personalidades en una (es broma)
ReplyDeleteMuy interesante historia.
Un abrazo.
Una interesante pieza de SciFi, pero no cualquier estilo sino una que combina ciertos aspectos inquietantes, sin explosiones láser o sin robots, o naves espaciales, meramente juegas en el concepto puro de multiplicidad. El diálogo fluye y se lee con entusiasmo. ¿De quién se trata el diálogo?
ReplyDelete¡Excelente texto de policarismas y además has ideado y reactualizado el viejo poderío gótico del fetch.....pero....caramba....haciéndolo telescópico y elevado a la enésima potencia!¡¡¡Muy original!!! Me agrada mucho cuando dice "mi seña de identidad es ser rubia"...llegado este punto, tengo que traer a colación cuánto le gustaría a Hitchcock este texto (él adoraba las rubias; yo las prefiero "castañas"y "morenas" en general). He disfrutado la lectura. Abrazo Amigo.🇪🇸
ReplyDeleteY uno pensaba que ya era complicado vivir una vida simple!
ReplyDelete=D
Interesantes relatos. Consiguen captar la atención y provocar cierta inquietud.
ReplyDeleteTe felicito. Saludos cordiales