Ada se encontraba siguiendo una pista en un callejón oscuro. En el extremo abierto de aquel lugar se erguía un edificio de unos cinco o seis pisos, la sede de la alcaldía municipal. Ada pudo ver que en el último piso había una ventana abierta. Hacia el otro extremo, solo había una muralla de ladrillo, cubierta de grafitis inconclusos e indescifrables, un tanto obscenos para su gusto.
Con algo de desconfianza, se adentró en aquel callejón de pesadilla, frío y maloliente, en dirección a la muralla. Por alguna razón, sintió un escalofrío, era la sensación de ser la presa de un cazador.
Por instinto y por la habilidad que da el oficio de detective, se giró rápidamente, desenfundando su pistola y apuntando hacia la misteriosa ventana.
Pero no había nadie; de hecho, la ventana ya estaba cerrada.
Ada se sintió algo confundida, como si no debiera estar allí, casi como si acabara de nacer. Sin embargo, la sensación de ser observada la perseguía e incomodaba. Intrigada, decidió abandonar el callejón y dirigirse hacia el edificio.
Al cruzar la puerta, se encontró con alguien de su pasado, alguien a quien ya había olvidado por completo.
—Carbonell. Qué sorpresa, ¿qué haces en mi ciudad?
—¡Ada! Qué alegría verte de nuevo. Estoy en un asunto oficial, nada importante.
Se dieron un abrazo ligero, de cortesía; ella notó que Carbonell protegía su brazo izquierdo, en un gesto casi imperceptible, pero no para el ojo entrenado de Ada.
—Voy algo retrasado; debo tomar el tren de regreso a la Capital. Me gustaría quedarme a hablar contigo, pero ya sabes cómo son estas diligencias, con sus horarios tan apretados —se excusó.
—Oh, te entiendo perfectamente. De hecho, yo también tengo un asuntillo que revisar aquí mismo, en la alcaldía. Te deseo buen viaje de regreso; quizá otro día podamos hablar más tranquilos, en otro sitio y en otras condiciones.
Los dos se despidieron mecánicamente. Ada tomó el siguiente ascensor y se dirigió al cuarto de la dichosa ventana. Con paciencia, forzó la puerta y entró en un salón amplio y vacío.
Se acercó despacio a la ventana y contempló la vista hacia el exterior. Era el sitio perfecto para un francotirador que quisiera disparar a alguien que se adentrara en el callejón.
Entonces percibió un olor: la loción de Carbonell. Y había otro aroma, más sutil, casi enterrado en su memoria. En una de las paredes notó unos rasguños, pequeños pero recientes.
Supuso que Carbonell había estado allí y que se había producido una confrontación, pero ¿con quién o quiénes?
Ada pensó furiosamente durante unos segundos y lanzó un grito alarmado, mezcla de dolor, pánico e impotencia.
Recordó un aroma del pasado: era, sin lugar a dudas, el olor de la muerte, la traición, el rastro inconfundible de Colectiva Sororitas.
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¿Cuantas continuidades de historias tienen Ada y Carbonell, para relacionarse de diversas maneras? A veces, en forma hostil.
ReplyDeletePensé que ella sería una víctima en ese callejón.
Me gusta el video Es un despliegue de talento.
Saludos.
Saludos.
¡Vaya pasada de texto, de verdad! 😱 La intriga que se respira en cada línea es brutal, me tuvo con el corazón en un puño todo el rato. La descripción del callejón y esa tensión de que algo o alguien anda al acecho… ¡uf! Me encanta cómo logras mantener el suspense hasta el final, y ese toque misterioso de la Colectiva Sororitas... ¡simplemente genial! Es como si todo tuviera un trasfondo oscuro que da miedo descubrir. ¡Enhorabuena, es un pedazo de relato! 👏
ReplyDeleteLucy Ferr.🕵️♀️
Me estremecí al leer tus letras. Me encanto el video. Te mando un beso.
ReplyDeleteCarbonell y Ada se están alejando...
ReplyDeleteEl tiempo y la distancia suelen producir eso.
Hola, Jose.
ReplyDeleteUn relato lleno de misterio e incertidumbre.
Siempre nos dejas con ganas de saber mucho más. Lástima que mi falta de tiempo y, sobre todo, mi desidia, me hagan fallar demasiado a tus citas.
Muchas gracias por participar en este reto conjunto.
Abrazo Grande.
P.D. Mi despiste habitual me hizo olvidarme de un comentario esencial, el espacio usado para la trama es muy interesante. Los callejones, algunos oscuros, otros sin salida, otros demasiado estrechos, siempre crean un clima de inquietud y desamparo. La aprensión (claustrofobia en mi caso) siempre te empuja a intentar atravesarlo lo más rápido posible y salir a un espacio abierto en dónde sentirte muy seguro.
DeleteMuy buena elección.
El olor de la traición es difícil de olvidar.
ReplyDeleteMe quedo con muchas preguntas sobre la trama y ganas de saber las respuestas (por ejemplo, con quién o quiénes fue la confrontación de Carbonell); el relato me atrapó.
Un abrazo
Muchas cosas pueden despertar nuestra memoria, ninguna tan poderosa como el olfato.
ReplyDeleteSaludos,
J.
Muy bueno. Suspenso hasta el final. Excelente. Te dejo un abrazo y te espero por mi blog.
ReplyDeletehttps://elisabetsusanadesimonerelatos.blogspot.com/
Escalofriante, misterio y a la vez aterrador. Elejiste el espacio idóneo para ambientar tu relato. Muy buen final... El olor de la muerte... Un abrazo
ReplyDelete¡Terrorífica historia, Jose! Me encanta como has conseguido mantener la tensión y la intriga de principio a fin. También me ha gustado mucho como has descrito a Ada, una detective con experiencia, pero que se llega a sentir como si acabase de nacer. La aparición de Carbonell le da más misterio aún al relato y me parecen muy bueno el diálogo entre los dos personajes.
ReplyDeleteSin duda has creado un espacio terrorífico y con vida propia y has incluido elementos muy interesantes en él: el callejón oscuro, la muralla de ladrillo y esa ventana primero abierta, luego cerrada, la cual conduce a Ada hasta la muerte.
Tambien me parece una gran acierto el uso constante que has hecho de los olores y cómo nos dejas con ganas de saber más con ese final sorprendente.
¡Muchas gracias por participar en el reto y un fuerte abrazo!
Hola José, muy buena propuesta. Nos haces ir caminando con Ada y experimentando esas extrañas sensaciones. El misterio y la tensión muy bien logrados. Saludos.
ReplyDeleteHola, José.
ReplyDeleteRelato de suspense con cosas típicas del cine negro. Callejón, oscuridad y peligros acechantes. Muy entretenido y pensando en qué iba a pasar mientras lo leía.
Me gusta que aparezcan personajes conocidos, el misterio, la intriga, las sensaciones de Ada, el aroma de Carbonell y el olor de la traición todo suma, buen relato.
ReplyDeleteSaludos.
PATRICIA F.
Misterio, intriga, incertidumbre...Y ganas de que continúe. Saludos!
ReplyDeletelady_p
¡Hola José! Una ambientación muy adecuada con el tono de intriga y suspense que mantiene durante toda la narración el texto. Se sienten como propias cada una de las sensaciones que va experimentando la protagonista a lo largo del relato. Sobre todo me ha gustado ese momento en el que percibe un olor que la lleva hasta un recuerdo del pasado.
ReplyDeleteUn saludo.
No sigo las aventuras de Ada y Carbonell, lo siento, no puedo dar una opinión con criterio en este relato tuyo, pero por lo que se refiere a la forma de escribir el episodio y la intriga que sabes mantener a la perfección diré que es una buena aportación al reto y que resulta muy entretenido.
ReplyDeleteSaludos cordiales.