Pedidos circences


Entusiasmado con la idea de escribir cuentos a fin de hacer catarsis y, de ese modo, liberar ciertas emociones positivas y negativas que llevaba reprimidas desde hacía varias décadas, decidí dar un paso audaz y coloqué un pedido en Amazon para encargar seis personajes que servirían como actores en mis guiones y libretos. Según indicaba el anuncio, eran productos de la más sofisticada tecnología, impresos en 4D por una inteligencia artificial japonesa de última generación.

Los personajes venían completamente desnudos y calvos (de hecho, lampiños), sin maquillaje. Debido a ello, tuve que hacer un segundo pedido para adquirir los accesorios pertinentes que me permitieran personalizar mi compra.  Yo quería vestidos de fantasía medieval o de ciencia ficción. Por ser objetos en alta demanda, esos estilos estaban completamente agotados y solo estarían disponibles hasta el próximo año. Como no deseaba esperar, adquirí lo que tenía menor demanda: disfraces circenses. Compré los vestidos de un ventrílocuo (que incluía, además, el muñeco de madera acompañante), la bailarina de ballet, un payaso, la adivina y también pude incluir los atuendos de dos detectives.

Al intentar vestir a los personajes, noté varias cosas curiosas que no había percibido al abrir la caja: todos tenían seis dedos en manos y pies, los detectives eran mucho más altos y fornidos, mientras que los villanos lucían más bien débiles, flacuchos o incluso medio deformes. Me dio rabia y estuve a punto de devolver todo, tanto los muñecos como los accesorios, pero decidí hacer la prueba y los usé para escribir un par de relatos. Me pareció que no quedaban mal, pero, ¡oh sorpresa!, cuando quise enviar un cuento al reto semanal de "La Sociedad de los Martes", lo rechazaron debido a que está prohibido utilizar cualquier tipo de creación con inteligencia artificial. Son tan estrictos que no se pueden emplear esas herramientas de modo alguno, ni en la escritura del relato, ni en el uso de imágenes, podcast o corrección ortográfica.

Para evitar más contratiempos, decidí reempacar todo, pero Amazon no aceptó la devolución, ya que al adquirirlos no había comprado la póliza de garantía al momento de hacer el pedido, y sin dicho aditamento no se acepta retorno ni reembolso.

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Relato elaborado para la convocatoria Juevera del 22 de mayo 2025, a cargo de Neogeminis, cuya consigna principal indica:

Escribir un relato breve de ficción, ambientado en el circo, y en cuyo contenido aparezca al menos una situación surrealista que abra las puertas a la libre interpretación y al juego creativo.

Ver todos los detalles siguiendo este enlace



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Comments

  1. La detective, me toco disfrazarla de Arlequin para que infiltrara la tropa circense.

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  2. Magnífico, Jose. Anotado, pagar el plus seguro para cualquier contratiempo, :)
    Me ha gustado mucho como has jugado con la creación de los personajes, porque para iniciar una historia nos valemos de cualquier accesorio que se le pueda integrar para hacerlo creíble, darle esa personalidad que lo haga factible.
    Y es cierto, la crítica que dejas, como norma estos sean villanos, detectives o cualquier otro, ya tienen una imagen establecida, entonces, ¿dónde queda la sorpresa?
    Un abrazo.

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  3. Los personajes suelen venir así, el pelo como la ropa aparece a medida que son desarrollados, en sus historias.
    Y al desarrollarlos se puede ocultar su origen artificial.
    Saludos.

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  4. Acaso sea eso lo que nos falte: personajes prefabricados, que se adquieren, ya de estreno o de desecho, y se encajan (instalan) luego en el cuerpo del discurso. Cosa harta espeluznante, por cierto.

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  5. A los villanos, digamos que siempre los pitan mal respecto de los detectives o los buenos. Pero los hay de veras seductores y mejores que sus antagonistas. Como por ejemplo James Moriarty.

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