Introducción
Para el mes de septiembre de 2024 el blog Tintero del Oro nos convoca a escribir un relato sobre las Redes Sociales.
Este relato es una versión simplificada de un texto que escribí hace muchos años. En él, mezclo hechos claramente ficticios con episodios vivenciales y anecdóticos, creando una narrativa que refleja tanto mis intereses por la ciencia ficción como algunas experiencias personales en el mundo de las redes sociales.
El texto original que es bastante largo se encuentra siguiendo este enlace.
(En aquellos días pensar en Inteligencias Artificiales escritoras, ya era básicamente más allá del SciFi)
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Cándido Bustamante, un fanático de la ciencia ficción, vivía obsesionado con el concepto vulcano de Pon Farr, convencido de que cada ciertos años, los hombres, como los Vulcanos, entraban en una fiebre hormonal que debía ser saciada.
Hace un par de veranos, en medio de su "Pon Farr", Bustamante empezó a seguir a toda mujer que encontraba en Google+: poetas, amantes de las letras, y mujeres de todas las formas y colores. Sus intentos de llamar la atención con +1 y comentarios fueron inútiles. Desesperado, amplió sus búsquedas a los rincones más oscuros de la red: prostitutas, fetichistas, y más. Pero el silencio continuaba.
Finalmente, concentró todos sus esfuerzos en una única mujer, X. Aunque ella nunca respondió, Bustamante se obsesionó. Al no recibir reciprocidad, abandonó Google+ para siempre.
El lunes siguiente, dos detectives, Doris y Boris, llamaron a su puerta, mostrando la foto de X y preguntando si la conocía. Bustamante balbuceó que solo la conocía por la red, pero los detectives no parecieron convencidos. Asustado, Bustamante cortó todo lazo con internet, escapando de su pesadilla virtual.
Ahora, vive felizmente lejos de la red, esperando que el próximo Pon Farr tarde mucho en llegar.
Hola, José, buen relato, en las redes, efectivamente, se puede encontrar de todo... Esa X, ¿no será Elon Musk? Mira que si este se está haciendo pasar por una mujer y todos en X estamos dándole caña al estilo Pon Farr, pues vaya... Habrá que investigarlo, llamaremos a Doris y a Boris (y a la Pelo Mazorca también por si acaso).
ReplyDeleteMil gracias por participar.
Un abrazo. :)
Hola, que gran fracaso el del personaje.
ReplyDeleteY no sólo eso, sino que fue atemorizado por la visita de Boris y Doris. Si por lo menos Doris lo hubiera atemorizado, yendo sola, habría sido algo un poco mejor.
Que frustración para el personaje.
Saludos.
A qué soledades y frustraciones puede llevarnos el miedo a las redes después de un calamitoso Pon Far! Prueba con las viejas formas del contacto directo, a lo sumo un teléfono, o el café de por medio, un paseo a la vera del río. Yo creo que serán siempre lo mejor. Un abrazo
ReplyDeleteDonde se pongan las relaciones cara a cara...las redes e Internet para relacionarse no es muy aconsejable, nunca sabes lo que te puede pasar... Un abrazo!
ReplyDelete¡De ahí, a un paso estuvo de la "Dark Web" para cumplimentar sus pulsiones! ¡Menos mal que escapó, amigo mío! Impepinablemente hay que tener cuidado......👹
ReplyDeleteLos hay con mal fario...XDDDD
ReplyDeleteHola José, pues si que que le sentó fatal con su Pon Farr lo mismo una época alejado de lo virtual le viene bien. Muy original y bien contado. Un abrazo.
ReplyDeleteHola, José.
ReplyDeleteTiempos lejanos los de Google+, :)
La verdad que mejor que se retire de las redes, pobre infeliz, vivir obsesionado detrás de una pantalla no es que sea muy sano, la verdad. Nada como un buen susto para pisar el suelo de nuevo.
Un abrazo.
Hola José, muy original. No sé si Google+ existe o no, pero si es así mejor fuera de ella no sea que pase como al protagonista. Me gustó mucho por su originalidad. Un abrazo
ReplyDeleteHola, Jose. Muy buen micro. Has reflejado muy bien el modo en que las redes pueden llegar a obsesionarnos con determinadas personas o situaciones y lo difícil que es romper esa cadena. Estupendo.
ReplyDeleteNunca entenderé a esos perfiles que sólo siguen a mujeres. Nadie merece tal obsesión.
ReplyDeleteHola José, me gustó tu propuesta. Soy fan de la serie Star Trek y esa alusión al Pon Farr de los vulcanos me encantó.Tu relato es un claro ejemplo de lo que sucede en las redes y los peligros que encierran. Te mando un abrazo.
ReplyDeleteHola José, ya se sabe que en las redes hay de todo como en botica, y hay que andarse con cuidado, un buen relato.
ReplyDeleteUn abrazo!
Realmente es muy buena historia José , a veces es mejor mantenerse alejado de ciertas cosas de las redes, pues no son buenas consejeras, un abrazo.
ReplyDeletePATRICIA F.
Mi contacto con las redes sociales ha terminado por limitarse a esta familia de blogueros. Mis cuentas de Facebook y Twitter hace meses que no las visito. Mucho menos participar en ellas. Soy tan raro que hasta puedo pasar un día entero sin mirar los wasaps del móvil. Quienes me conocen ya saben que las urgencias tienen que venir vía llamada telefónica.
ReplyDeleteMuy buena tu aportación al reto.
Un abrazo.
Una gran alegoría sobre lo que en realidad son las redes sociales. Un extenso lago de nada lleno de cosas que pertenecen a la misma nada.
ReplyDeleteMuy bien enfocado el reto.
Un abrazo
Cándido su mismo nombre lo dice es un cándido, es decir un ingenuo creerse que todo lo que pulula por la red es real.
ReplyDeleteUn abrazo José
Puri
¡Hola José! En tu relato se ve una de las partes más peligrosas de las redes, la adicción que puede generar a veces y esa obsesión por estar constantemente pendiente de alguien o de lo que hacen los demás.
ReplyDeleteUn saludo.
Las obsesiones y el rechazo, juntas pueden ser muy peligrosas y ciertamente inquietantes.
ReplyDeleteUn saludo.
Hola Jose. Menos mal que no le has puesto David a tu protagonista. Me quedo intrigado por que le pasó a X para que dos detectives visitaran a Bustamante, me temo que nada bueno. Menudo susto que se debió llevar el pobre. Como para irse de las redes una buena temporada. Un abrazo.
ReplyDeleteHola José,
ReplyDeleteLa obsesión no es un peligro exclusivo de las redes sociales, pero hay que reconocer que nos lo ponen muy fácil para acabar cayendo en ella, al tenerlo todo a golpe de clic.
Me ha gustado mucho por su originalidad.
Un abrazo.
Ahora Cándido será mucho más feliz, las redes sociales no le hacían ningún bien. ¡Muy bueno, José!
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