Lili Marleen



Marifelita propone el siguiente reto para "Cada Jueves un Relato": "Elegir una imagen que inspire un relato para el tema de Mujeres en la Guerra". Ver todos los detalles siguiendo este enlace.

He tomado la imagen de las enfermeras para contar la historia de una de ellas.



Ypres, 1915.

La alianza de tropas provenientes de Inglaterra y Francia había lanzado un ataque feroz contra el ejército alemán, algo nunca antes visto en la historia humana.

Hans, un soldado de apenas 21 años, había recibido una herida de considerable gravedad en una de sus piernas. Se podría decir que tuvo suerte, pues muchos murieron ese día y otros quedaron espantosamente heridos, y en pocas horas también se sumarían a las bajas. Sin embargo, no todo era color de rosa para Hans. Había sido asignado a los cuidados del Hauptfeldwebel Zaida Rottweiller, Jefe de Enfermeras. Sus compañeros lo miraban con melancolía, con caras sombrías. Los soldados que lo llevaron en una camilla lo dejaron en la "enfermería": una especie de oscuro cuartillo cavado en un rincón alejado en la trinchera. Le dieron una última mirada, giraron la camilla para dejarlo en el piso y salieron del lugar como si hubieran visto al demonio.

Lo único que acertó a ver el confundido Hans fue un montón de baldes donde estaban tiradas diferentes partes humanas, en especial brazos y piernas. Quedó tan horrorizado con aquella vista que apenas si notó que se acercaba una silueta con claras curvas femeninas. Se trataba de una hermosa mujer rubia, no muy alta; en la mano derecha llevaba un serrucho y en la otra una lámpara de aceite.

—No te asustes, muchacho, voy a salvarte la vida —dijo—. Cortaré debajo de la rodilla, de modo que una buena prótesis hecha por un carpintero hábil ajuste a la perfección. Aquellos que sanan completos son reenviados de nuevo al frente, donde seguirán viendo y cometiendo atrocidades. Te sacaré de esa pesadilla. En un par de meses estarás de vuelta en casa. Tu estadía conmigo solo será cosa de tres o cinco minutos, ..., dependiendo de cuán duros sean tus huesos.

Cuando la enfermera Rottweiller acercó la lámpara para ver mejor a su paciente y así realizar su faena, se quedó por un instante quieta.

—Eres de rostro bello, mereces una vida mucho mejor que la de estar mutilado. Te cuidaré personalmente, aunque ello signifique dejarte listo para que vuelvas a combatir.

Pasaron los días, no muchos, y bajo los cuidados de la misteriosa enfermera, Hans se recuperó, quedando como nuevo. Incluso logró trabar más que una amistad con ella.

—Hoy es el día en que debes volver al combate, soldado —le dijo con aire serio y solemne la enfermera.

—Lo sé, amor, y por ello te compuse un poema. Míralo, aquí está.

Zaida lo miró y, mientras lo leía, dejó derramar algunas lágrimas.

—Me gusta, por favor, solo cambia mi nombre.

—¿Y cómo he de llamarte?

—Lili Marleen.




Relatos Relacionados:





Comments

  1. Caramba, esto aporta un caudal considerable de contexto a la historia que subyace tras esa hermosísima canción —que, dicho sea de paso, contaba entre las predilectas de mis abuelos, y aún de mi propio padre—. Una historia tan bella como lóbrega, casi estremecedora por momentos. Los vídeos, por añadidura, han sido una delicia: el de Nina Hagen, en particular, es una auténtica joya —aunque confieso que no sabría decir si me inquieta más la presencia de la señora Hagen o la de la siniestra Zaida. En fin, una verdadera lección la que te has marcado, buenas dosis de erudición y chispa. Me ha encantado, de veras.

    ReplyDelete
  2. "—Eres de rostro bello, mereces una vida mucho mejor que la de estar mutilado. Te cuidaré personalmente, aunque ello signifique dejarte listo para que vuelvas a combatir."

    Carajo y yo aquí viéndome como indigente... voy a morir pronto y nadie me va a querer hacer RCP y ni se diga boca a boca. Muy bueno y muy bonito el texto, 5 conejipuntos para griffind... eh, quiero decir, para usted.

    ReplyDelete
  3. Me pregunté como combinarías tu mundo de Aragca con esta convocatoria y lo hiciste muy bien.
    Me gusta eso de que Zaida haya aparecido con ese rol, pasando a la historia con otro nombre.
    Hasta creo que podría ser real.
    Muy bueno

    ReplyDelete
    Replies
    1. Si, siempre habia querido llevar a Zaida a las guerras, como solo tengo 350 palabras no alcance a contar como llego alli y que hizo despues....

      Delete
  4. Bueno , qué linda historia nos dejas , ese pobre soldado , no solo salvo su pierna, sino que se enamora de bella enfermera.
    Y si ella fue en realidad era Lili Marlen, ya ni te cuento.
    Me gusto leer tu relato. Un abrazo, Jose.

    ReplyDelete
  5. Hola Jose!
    Inquietante el relato que nos compartes. No sé cual de las dos opciones era preferible para el herido, sanar y volver al frente, o bien la intención inicial de la enfermera "Rottweiler" ( curioso el nombre asignado por cierto) Je, je! Al menos se llevo un breve y apasionado romance de vuelta al frente! Un abrazote y muchas gracias por participar en el reto!

    ReplyDelete
  6. Hola José... Palabras acertadas... "No te asustes, muchacho, voy a salvarte la vida" y lo hizo. Me hizo recordar la de veces que habré cantado la canción de Lili Marlen.
    Excelente aporte.
    Un abrazo

    ReplyDelete
  7. Olá, José!
    Em primeiro lugar, quero parabenizar sua belíssima escolha para um tema tão árido por si.
    Imagens belas para suavizar os horrores da guerra.
    O musical inicial é um enlevo na tardinha aqui.
    Além do mais, um texto muito bem criado.
    Ofertar um poema a quem nos cuidou, uma enfermeira, no caso mostra uma afetividade bem resolta.
    Gostei muito de como deu um toque terno ao tema, poetizou, romantizou algo duro. Não é para todos...
    Tenha dias abençoado!
    Abraços fraternos de paz e bem

    ReplyDelete
  8. Me encantó eso de que por ser un rostro bello lo cuido y salvó, me gusto tu relato, saludos.
    PATRICIA F.

    ReplyDelete
  9. Me has dejado sin palabras. Te mando un beso.

    ReplyDelete
  10. Todo en la vida tiene su lado bueno y menos bueno.
    Casi pierdio una pierna y ganó placer
    Al cuidado de la enfermera.
    Gracias José por tu visita y comentario.
    Feliz verano.

    ReplyDelete

Post a Comment