Desde que eramos niños siempre que pasabamos por el muro, me preguntaba: "que habra al 'otro lado'?" Los adultos ponian cara seria y apretaban el paso sin contestarnos, ya que eso era un tema de gente grande.
Paso muchisimo tiempo e incluso olvide el asunto, hasta que por cosas del destino, hace poco un dia mi barbijo sin querer se solto en la calle, dejando al descubierto por unos segundos parte de mi nariz y algo de los labios. Me senti tremendamente avergonzado, la gente alrededor mio, me evitaba e incluso algunos niños comenzaron a llorar de modo estruendoso, es mas Doña Teresa, la panadera dijo que se le habia cortado la leche por culpa mia. Unicamente se me ocurrio salir corriendo de la escena, corri y corri sin mirar hacia donde iba, mientras trataba de sostener el barbijo para que no se me zafara del todo y sin darme cuenta me tropeze con "El Muro" de frente, no pude frenar, no pudiendo evitar colisionar contra la monumental pared, supongo pues el golpe me hizo perder la conciencia.
Cuando desperte, me encontre en un lugar que no reconocia, instintivamente revise que tuviera el barbijo bien puesto, mientras lograba recuperarme del tremendo tropezon que tuve contra "El Muro". El sitio era un lugar tranquilo, no vi a nadie, salvo algunas gaviotas en la lejania. De algun modo segun parece la fuerza con la que golpee "El Muro", hizo que lo atravezara, segun deduje.
Cuando quize ver el hueco que tendria que estar alli por el golpe, encontre que "El Muro" estaba intacto.
Pero... la imagen que usualmente habia, ya no estaba, o mejor dicho, si estaba pero no era la misma, al otro lado del muro la pareja esta dibujada sin los barbijos, quede maravillado, jamas en mi vida habia visto el rostro descubierto de otro ser humano, la imagen fue tan chocante que inmediatamente me desmaye del susto.
Me hizo despertar de nuevo la voz chillona de Doña Teresa que insistia en que le pagara un litro de leche. Realmente no supe que paso si fue un sueño debido al golpe, pero ya estaba en el mi lado correcto del muro, jamas le conte a nadie acerca de lo que vi mientras perdi la conciencia ya que relatos morbosos de gente sin barbijos no son muy aceptables en mi pueblo.