En un enigmático lugar conocido como "El Cuarto del Pánico", el Inspector Carbonell y la detective Esculi han convocado a un grupo de personas con mentes y habilidades extraordinarias para discutir todos los detalles relacionados con la misteriosa muerte de los tres jueces del famoso reality de televisión ATT (Aragca Tiene Talento). Los convocados son:
El Fat-Boy: Un joven con una memoria prodigiosa capaz de recordar cualquier suceso de cualquier persona en cualquier lugar del mundo. Debilidad: Problemas metabólicos para controlar el peso.
Dra. Polidori: Científica especializada en diversas ciencias exactas y artes oscuras, tiene la habilidad de regenerar fácilmente un cuerpo humano a partir de una cabeza decapitada horas atrás, con la ayuda de maquinaria posiblemente extraterrestre. Su única debilidad es que puede distraerse si piensa en Carbonell.
El Inspector Cluzo y su ayudante, el detective Puaro: Cluzo, retirado de la fuerza policial y ahora investigador privado a medio tiempo, cuenta con experiencia y fue mentor de Ada Esculi. Debilidades: Aunque en buena forma física, la edad ha tenido un impacto en él. Sufrió una regeneración corporal a manos de la Dra. Polidori, lo que le dejó secuelas psicológicas indeseables. Puaro, siempre atento a los detalles, es el más razonable de los dos y tiene ideas claras y originales. Debilidad: Poca fortaleza física, bajo cardio, músculos flácidos.
Dr. Ayahuasca: Psicólogo experto en el conocimiento de la mente humana y sustancias psicodélicas, sus pacientes experimentan profundos viajes místicos y espirituales. Debilidades: Él mismo nunca tomaría ni usaría la ayahuasca.
Cutipa Hacamenejoy: Habitante autóctono de los desiertos de Aragca, posee conocimientos de sabiduría ancestral y es amigo de Carbonell, con quien ha compartido muchas aventuras en el pasado. Debilidad: Dependencia absoluta de las pepitas de la felicidad, resultado de ser paciente del Dr. Ayahuasca.
Amelia: Eterna escéptica de la sociedad de Royaumont, se la conoce informalmente como "la Hielera". Debilidades: Tiende a menospreciar a quienes no son ateos, lo que genera conflictos sociales. Poca experiencia práctica.
Boris: Inspector de policía comparable en habilidades con Carbonell y Esculi, a veces parece rivalizar con ellos. Debilidad: Doris.
Ignatius Roncalli: Última incorporación al grupo. Teólogo de profesión y persona de confianza de las autoridades de la Fortaleza. Capacidades y debilidades desconocidas.
— Por favor, estimados, tomen asiento. Hemos preparado una sala de juntas bastante espaciosa e iluminada, además de estar protegida al 100%. Ni una invasión espacial podría afectarnos — anunció Roncalli, haciendo las veces de anfitrión.
— No hay evidencia de que existan seres del espacio, ni siquiera una ameba — apuntó Amelia mientras se apoderaba de uno de los asientos más cómodos de la mesa dispuesta para la reunión.
— Quizás los extraterrestres se mueven en el sigilo — contestó cortésmente la Dra. Polidori.
— Yo los he visto, he conversado y aprendido mucho de nuestros hermanos mayores de las Pléyades — se apresuró a decir Hacamenejoy.
Y en menos de cinco minutos, todos los presentes, mientras se acomodaban, comenzaron a dar sus opiniones en ese tema y, sin darse cuenta, comenzaron a hablar del cuarto, de las acomodaciones, del viaje y en especial de la decoración pues había una estatua de la Diosa Zaida en aquel lugar lo que le daba un aspecto sombrío y tenebroso a la estancia. Hablaban todos al mismo tiempo, sin escucharse realmente. Cualquiera que viera la escena pensaría que un grupo de náufragos perdidos había sido rescatado.
Luego de unos minutos de relajación, bastó un seco gruñido por parte de Carbonell para que el grupo de Notables recordaran por qué estaban allí. El Inspector esperó unos segundos, cuando ya no hubo ni el más mínimo sonido, comenzó a hacer las debidas introducciones:
"Estimados, ustedes han sido cuidadosamente seleccionados para asistir a la Corona en el asunto más delicado que está ocurriendo en este momento. Todos saben acerca del doloroso evento relacionado con los Jueces del Reality y la serie de sucesos que de allí se desprendieron. Algunos se conocían desde hace mucho tiempo, otros apenas se ven hoy por primera vez. Básicamente, haremos unas charlas libres acerca de estos sucesos e incidentes, luego podemos formalizar un poco y, finalmente, trazar un plan de acción que nos permita capturar a los chicos malos".
Dicho esto, Carbonell hizo una breve introducción de cada uno de los convocados (exceptuando a Roncalli, del cual el Inspector solo dijo, 'Nuestro Anfitrión, el Señor Roncalli') y les indicó que el cuarto contaba con un dispositivo de video identificación, de modo que, usando la biometría de los presentes, se podía comprobar exactamente quién era quién. De esa manera, se podía evitar usurpadores, suplantadores o metamorfos, es decir, seres con capacidad de alterar el aspecto físico.
— No existen los metamorfos — dijo Amelia, pero al ver que nadie hizo gesto alguno, sino que todos mantenían cara de póquer, prefirió no continuar.
— Es absolutamente correcto. En la Fortaleza, tenemos toda clase de medios para evaluar continuamente el ADN de cada uno de los presentes en esta sala. De ese modo, podemos estar seguros de la identidad de cada quien y, por supuesto, nos hace inexpugnables y a prueba de metamorfos, o gente con disfraces muy elaborados u hologramas de última generación — precisó Roncalli.
— Muchas gracias, Sr. Roncalli — continuó secamente Carbonell, quien no podía disimular cierta antipatía que le causaba el nuevo miembro del grupo, especialmente por un detalle muy sutil: en la Fortaleza, lo normal es que los hombres luzcan barbas bastante largas que en algunas ocasiones les llegan casi hasta más allá de la mitad del pecho. Puede parecer algo sin importancia, pero lo usual en Aragca y para personas como Carbonell, o en general todos los hombres, es que prefieren estar bien afeitados, quizás ocasionalmente dejándose por algunos días alguna vellosidad incipiente, pero que usualmente no dura más allá de 72 horas. Para colmo de males, Roncalli también mantenía gafas oscuras de sol, lo cual hacía que ni Carbonell ni los demás pudieran evaluar con precisión los gestos del caballero.
— Lo cual indicaría — continuó Carbonell, mirando a la audiencia e ignorando a Roncalli — que todos los que estamos aquí somos quienes debemos ser. Sin más preámbulos, comencemos con el propósito de esta dinámica. Cedo, pues, la palabra a la detective Ada Esculi, quien les dará un resumen de los pormenores del caso y de aquello que hemos ido descubriendo.
— El resumen de la situación es el siguiente: de acuerdo a nuestra versión de los hechos, quizás ustedes hayan oído otras cosas o tengan alguna información o conocimiento que nosotros aún no hayamos descubierto. Todos sabemos que luego de la grabación de ATT, en una misma noche, fueron asesinados, presumiblemente al mismo tiempo y en el Hotel Francés, los tres jueces del reality: Simón de Santillana, Paula Valier y el bonachón Howie. Hemos visto varias veces el video del programa transmitido al público, hemos contactado a los concursantes que participaron en los actos artísticos de aquella velada. En particular, es notable el testimonio del hombre llamado 'El Ventrílocuo' y de su colega, una mujer a la que llamamos 'Tina la Bailarina'. Según ellos, los asesinatos los cometió la muñeca de madera que les prestó el tal Ventrílocuo a los Jueces aquella noche. También sabemos que cuando Tina y el Ventrílocuo abandonaron las premisas del hotel, la cámara de recepción registró la entrada de tres hombres pertenecientes a la banda de los Hermanos Gallo, los famosos gánsters del bajo mundo. También es conocido que Don Vito Maranzzano, rival de los Gallo, estaba exactamente hospedado frente a las habitaciones de los tres Jueces. Puede ser que por error, los tres hombres de Gallo hayan entrado a la puerta equivocada y hayan arrasado con todo a su paso. No está de más mencionar que Maranzzano salió completamente ileso, sin un rasguño, y durmió como un bebé toda la noche. El video del hotel demuestra que estos hombres estuvieron tan solo unos 15 o 20 minutos en el hotel. También sabemos que el propietario del Hotel Francés es Lord Seymour, histórico rival de las casas Santillana y Valier. Y que la empresa de televisión pertenece a Industrias Ishii, donde Simón comenzaba a tener una destacada influencia en el interior de ese imperio industrial y financiero. El departamento de Policía acordonó las habitaciones para hacer sus pesquisas, pero algunos días después, una bomba fue colocada en el piso donde ocurrieron los trágicos eventos y no se pudo seguir levantando valiosa información.
— Es cierto, Ada. Yo estuve allí — interrumpió Cluzo, sin hacer caso a la mirada de cuchillo que le lanzó Esculi. Continuó hablando como si fuera el moderador de la reunión — Mi ayudante Puaro y yo casi morimos allí mismo ese día y, si no es por la ayuda del Inspector Carbonell y la Dra. Polidori aquí presente, ni cuerpos tendríamos. Apenas solo nuestras cabezas estarían contando la historia.
— Eso es exacto — dijo Ada para retomar el hilo del discurso — Carbonell, Cluzo y Puaro estuvieron oficialmente entre los muertos de aquel día debido al bombazo. Siguiendo una pista de una de las altas ejecutivas de Industrias Ishii, yo misma estuve investigando el edificio principal del Conglomerado Industrial, mientras Carbonell siguió una pista que lo llevó al Desierto de Aragca. Luego de algunas peripecias, logramos contactarlos a cada uno de ustedes y aquí estamos tratando de desenmarañar el rompecabezas.
— ¿Entonces, Carbonell sigue muerto o vivo ante el público? — interrogó Roncalli.
— Estuvo muerto, pero ya está oficialmente vivo cuando tuvimos que contactar a la gente de la Fortaleza. Quizás antes, ya muchas personas, tanto amigas como enemigas, sabían que Carbonell estaba vivo. Tuvimos que anunciarlo a la prensa — contestó Ada.
— ¿Y de dónde o de quién salió la idea de conformar una Liga de Super Poderosos? — volvió a cuestionar Roncalli.
— De Industrias Ishii, allí me sugirieron hacerlo — contestó Ada con gesto amable.
— Ada — intervino Boris — conozco muchos de los hechos que mencionaste, excepto que te habías contactado con la gente de Industrias Ishii y el viaje misterioso de Carbonell al desierto. No le veo la conexión, ni cómo hicieron para reunir todo este equipo de ilustres eminencias. Sin embargo, con este recuento que haces, creo que podríamos ver qué nos falta y qué nos sobra en toda esta historia.
— Un segundo — intervino Amelia — varias cosas no me quedan muy claras, por ejemplo, es completamente hilarante y absurdo que la muñeca del ventrílocuo haya cometido los crímenes.
— Es que es una muñeca mágica — contestó Carbonell.
— Tampoco está claro si están cien por ciento seguros de haber entrevistado a todos los concursantes de aquella noche — siguió atacando Amelia.
— Bueno, hemos visto cientos de veces el video del programa y hemos contactado a cada uno de los participantes que estuvieron allí — replicó Ada.
— ¿Alguien ha verificado los testimonios de la audiencia que estuvo presente en el programa? Es posible que lo transmitido, por motivos de edición, no sea exactamente igual a las audiciones en vivo — interrogó Amelia, dispuesta a no ceder ni un centímetro de terreno.
— Por supuesto que también hemos indagado con todos los asistentes que estuvieron presentes durante la audición — indicó Boris.
— Es un buen punto — intervino, esta vez, Puaro — deberíamos cruzar la información obtenida del público con el video del programa para ver si nos falta algún concursante o miembro de los camarógrafos que hayamos pasado por alto.
— Precisamente para eso contamos aquí con el Fat-Boy, él habla poco, pero si le conectamos una terminal directamente, podemos transferir todos los archivos de los interrogatorios que trajo Ada en su portátil y, en cuestión de segundos, este sofisticado sistema nos dará una respuesta esclarecedora — anunció Carbonell.
Con bastante naturalidad, Ada colocó el portátil sobre la mesa, sacó un cable que conectó a uno de los puertos de la PC, y el otro extremo se lo metió en la oreja izquierda al Fat-Boy, ya que no encontró un hueco mejor en la humanidad del chico. Luego, Ada, tecleando a la velocidad del rayo, pasó todos los archivos necesarios y en la pantalla de la terminal le dio la orden al sofisticado sistema de procesar la información.
En cuestión de segundos, el Fat-Boy comenzó a escupir por la boca una cinta de papel perforado con la respuesta.
Ada tomó la cinta y anunció sorprendida, las conclusiones del sofisticado aparato, a todos los presentes:
"Hace falta interrogar al hombre vestido como Payaso".
Al decir esto, varios de los presentes hicieron caras de incredulidad, otros de confusión, Roncalli se quitó sus gafas oscuras, los ojos de la estatua de Zaida por un instante brillaron imperceptiblemente e inmediatamente el Fat-Boy echó chispas y se desmayó.