Monday 27 June 2022

Reflexiones tardias sobre el periodo historico de La Violencia



Ya hace mucho tiempo que no escribo en el blog algo completamente personal, desde la pandemia hacia acá,  comencé a desarrollar cuentos y relatos de Aragca. Pero hubo casi una década en la que el blog no tenía mayor contenido de mi mismo como persona.

Ya hace unos meses que detuve la producción de historias y no sabía el 'porque', pensé que era algún tipo de "síndrome de hoja en blanco" o quizás se me había nublado la mente debido a una combinación de factores, entre esos que comencé a perder ELO en los sitios en los que juego ajedrez. Perdía y perdía partidas 

Luego blogger cambio el sistema de comentarios y quede por fuera de las plataformas debido a que Safari solo me permite comentar como anónimo. Entonces me he limitado a comentar exclusivamente en algunos blogs, con nombre propio, usando otro navegador.

Pero, ni siquiera era eso lo que me tenía nublada la mente. Supongo, pues, que los graves acontecimientos políticos que ocurren por aquí y por allá también tienen parte de la culpa

Y el otro día ya descubrí más o menos que pasaba: Son ciertos eventos ocurridos muy lejos en el tiempo y muy lejos físicamente de donde vivo los que me aquejan.

Algo que ocurrió por allá en 1930 y continuo hasta más o menos 1965 en unas tierras que jamás pise con personas a las que nunca conocí, de un airé que nunca respire

Claro, para esas fechas yo no había nacido todavía y lo que era peor, ni mis padres, ni tíos, ni abuelos contaron lo que ellos habían hecho durante ese tiempo.

De vez en cuando mi Papá dejaba escapar ciertos nombres sobrecogedores como "Charro Negro" o Klinger. 

Y es que los relatos de él eran muy sombrios porque a su vez su cuerpo cubierto de cicatrices daban testimonio que había venido de una época horrenda. 

Veía yo sus piernas llenas de cortes que se notaba algún médico improvisado había cosido con doble puntada.

¿Qué había pasado?, preguntaba yo de niño. Pero él no  respondía. 

Uno de mis hermanos, en secreto, un día me dijo que Charro Negro le había lanzado una granada por la espalda.

Pero Charro Negro no fue el primero en intentar asesinarlo 

Décadas antes otro personaje intento enviarlo al otro mundo hundiéndole un cuchillo cerca del corazón durante una partida de Poker.

Si, él venía de un mundo violento en donde primero vivió entre tahures, galleros y luego lucho contra los bandoleros

En todos sus relatos alguien moria o al menos alguien sangraba.

Pero él vivió en otra época, con otras reglas.

Por alguna razón cuando yo nací, TODO lo que a él le había pasado estaba olvidado,

Yo ya había nacido en un mundo sin La Violencia. 

La Violencia solo era un recuerdo que no se atrevían a contar las generaciones que vivieron antes que yo, ni siquiera los libros de historia lo narraban correctamente.

Y así con mi indiferencia olvidé por décadas el tema.

Se supone Aragca iba a ser un poco una manera en la que yo podía ir contando esos relatos en donde Charro Negro iba a reaparecer, pero no sé, mi Aragca no resulto ser una memoria histórica, sino que se volvió un mundo personal en donde rara vez, pero muy rara vez dejo escurrir la historia de mi familia.

Sin embargo, los fantasmas de Charro Negro, de Mica Flaca, del Gallino, El Capitan Corneta, de Poker y de todos los personajes que nombraba mi Papá se están muriendo en el olvido, pero por motivos que no puedo explicar, encontré casualmente a alguien que SI ha guardado justo recuerdo  de lo que allí paso.

Vi los videos y PUFF, creo puedo iniciar ciertos capítulos de la historia más oscura de Aragca, y me costará trabajo, pero al menos por el 2022/2024 tengo el firme propósito de dejar salir el veneno que hay en mi sangre.

Debo exorcizar los fantasmas que persiguen mi linaje.

Dejo aquí la dama que hizo CLICK en mi mente y enlaces a 2 o 3 relatos que alcance a escribir hace mucho y que quedaron sin continuidad y que deberían ir por esa línea de la llamada "La Violencia"

Cuentos relacionados semi autobiograficos:

El Coronel

Pink Floyd

La segunda guerra mundial


Sunday 19 June 2022

Morella Franz



Había pasado casi un lustro desde cuando dio su ultimo respiro el anciano Helmut Franz, luego de una larga batalla legal como esposa del desaparecido Daniel Franz, Morella logro reclamar parte de la cuantiosa herencia que pertenecía a la legendaria familia.

La dama en cuestión no era una Franz,  nació como Morella Fichte, pero al casarse con el joven Franz adopto este apellido, el cual siempre odio.

Era una mujer un tanto triste aunque de aspecto frío y duro, había quedado viuda desde el día en que su esposo misteriosamente desapareció hacía ya más de  20 años atrás 

Lo poco que lo toco de herencia fue Ligeia, una vieja casa cerca de la playa y bastante lejos del castillo Franz que sin embargo podía observarse a lo lejos desde los ventanales.

Lo que más amaba Morella de vivir en Ligeia era la espectacular vista hacia el mar, le encantaba ver los amaneceres y los atardeceres. Una tarde de invierno, de repente mientras observaba el crepúsculo, vio una especie de resplandor en el horizonte.



Quedo intrigada, lo consulto con los criados de la casa. El mayordomo le informo que probablemente era la luz del Faro, lo cual sería muy raro porque había dejado de operar poco antes de la muerte del viejo Helmut. A saber el lugar estaba desierto y abandonado.

Le informaron que el Faro era parte de los linderos de Ligeia, y también pertenecía a la herencia que había recibido.

Morella intrigada, decidió visitar aquel misterioso paraje, llevando la contraria a las indicaciones de varios de sus criados.

Sin embargo, el jardinero, Don Valdemar se ofreció a llevarla para explorar el sitio, pues estaba apenas a algunos minutos usando un bote de madera.

Conforme se aproximaban a remo se sentía un ambiente pesado, metro a metro, el Faro se revelaba como una construcción no dada a las visitas, ni siquiera las gaviotas se acercaban, la vegetación alrededor estaba completamente muerta y el agua de un aspecto y olor depravado.

Faltaban unos cien metros para llegar cuando Don Valdemar decidió dejar de remar y dijo con cara apesadumbrada —  Señora Fichte, podemos parar aquí y regresar, lo aconsejable es dejar en paz ese edificio, en donde solo habita la pestilencia y el infortunio.

 Si ya hemos llegado hasta aquí, es mejor que continuemos, no debe haber secretos que yo no conozca en mi propiedad  — respondió Morella con voz fuerte y segura.

El pobre jardinero sintió el peso de la autoridad, trago algo de saliva y sin saber como, remo y remo hasta llegar al islote en donde estaba erigido el Faro. Apenas descendieron en tierra firme y con solo mirar la gigantesca edificacion, los dos sintieron uno de esos fríos que penetran hasta los huesos y hacen retorcer el alma.

No había ni siquiera una puerta, en su lugar estaba un hueco por entre el cual entraron, Don Valdemar encendió una poderosa linterna para iluminar tan oscuro lugar. Al principio no notaron nada en particular, salvo varias herramientas como picas, palas, martillos, palustres, cemento, mortero, ladrillos sueltos y una pequeña pared que no seguía la curvatura del faro, sino que se veía como un muro puesto tiempo después de manera muy grosera.

El hombreton golpeo la pared y noto como un sonido hueco, inspeccionaron un poco más y notaron que faltaba un solo ladrillo en el muro, con ayuda de la linterna trataron de ver hacia el interior  y vaya sorpresa, parecía haber un bulto casi del tamaño de una persona.

  Derribe usted esa pared —  ordeno Morella

Con la ayuda de una pica fácilmente pudo Don Valdemar echar abajo el muro falso, y de ese modo descubrieron que el bulto era un esqueleto de alguien vestido como payaso.

Morella hizo un gesto de asco al ver el descubrimiento, iba a ordenar al jardinero que inspeccionara los restos cuando vio que la pesada pica que portaba el sirviente se dirigía contra ella.

Le tomo unas cuantas horas a Don Valdemar acomodar a Morella junto a la osamenta y volver a poner en pie el muro, pero esta vez con tal arte y cuidado que ya no se notaba desde el interior que hubiera habido un parche en la construcción.

Terminada la faena, el Jardinero subió a su bote para regresar en el silencio cómplice de la noche, a lo que piso la otra orilla, escucho la gruesa voz de Madame Marusa, la cocinera principal de la mansión Ligeia.

— ¿Te encargaste de la creatura?    

  He vuelto a fallar,  estaba embarazada, le aplaste la cabeza pero no fui capaz de romperle el vientre —  dijo con tono de voz quebrada el Jardinero que parecía haber envejecido un poco

  Comprendo. Pues los vientos que vienen de allí, especialmente hoy, vienen cargados de malicia pura, esos seres malignos nunca son fáciles a desterrar. Así que antes de que mueras PROMETEME que volverás al Faro y le prendes fuego. Y si por casualidad al ir allí te encuentras cara a cara con una niña sin nombre no dejes que la piedad y el buen corazón te detenga en tu empresa

  Acepto. Cuando ese día llegue, quiera la providencia en toda su sabiduría que yo no vacile en poner fin al mal que acecha a los que hemos vivido y servido en estos palacios —  concluyo Don Valdemar haciendo gesto de enojo.

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*Inspirado en Morella y en el Faro de Juan el Portoventolero 

*Primera Parte, Caida en el castillo Franz

Cambios en el Blog

Aviso a la audiencia que la actriz que interpretaba a la detective Ada Esculi fue oficialmente reemplazada por la vedette Rosa María, la cual se ha preparado intensamente para asumir este enorme reto. Esta adquisición le dará una dimensión nueva y fresca al personaje. Rosa María debutará en el próximo episodio junto al actor que viene encarnando al Inspector Carbonell desde hace ya varios años.






Thursday 9 June 2022

Caida en el Castillo Franz



El Viejo Helmut estaba muriendo. El Patriarca de los Franz  convoco a su inexperto sobrino Daniel, que residía en la parte oriental del reino. De hecho, ellos dos eran los últimos de la gran dinastía venida a menos desde hace varios siglos. El Castillo de los Franz, una joya arquitectónica del pasado, se había convertido en una ruina pasmosa, tétrica y llena de malas energías.

Daniel  estuvo  allí quizás un par de veces cuando era niño y siempre tenía escalofríos de aquellos recuerdos.

Solo la ambición por saber que le dejaría el Tío lo llevo a aceptar la invitación

Golpeo tres veces el portón del Castillo y en frente de él apareció uno de los  sirvientes para hacerlo pasar y llevarlo al despacho de su misterioso Tío.

Y lo único que encontró fue un viejo enfermo, moribundo, de mirada severa y piel macilenta.

- Por favor toma asiento, querido Sobrino. 

Danielito, (que a la sazón tenía unos 45 años) obedeció sin rechistar, manteniendo un aire nervioso. Como para romper el hielo se le ocurrió hacer una clásica pregunta de relleno 

¿Como estás, Tío?

Al escuchar esto, el viejo no pudo ocultar cierta cara de enojo.

- Sobrino, estoy muriendo, por tanto, tú serás el Último de los Franz. El hijo de mi hermano. Te he llamado precisamente porque quiero que una vez que yo muera tú pases a ser el nuevo señor del castillo. Te harás cargo de mis  sirvientes: El Ventriloquista, La Bailarina y Las dos gitanas que crian cuervos.

- ¿Ventriloquista?, pero Tío, se dice Ventrílocuo - dijo con cierto aire de entendido el sobrino

El viejo enrojeció de la rabia, estuvo a punto de soltar un improperio, pero se contuvo, hizo un gesto al Ventiloquista y dijo:

- Por favor ofrécele a mi sobrino un vaso con el mejor Bourbon que encuentres en la reserva, ese que lleva 100 años en el barril de cedro que nos regaló Fortunato.

Luego hubo un pesado silencio, no hubo conversación entre el viejo y el torpe sobrino, el hielo se rompió cuando el Ventriloquista apareció con un bello decantador lleno de Whiskey, un elegante vaso y algo de agua fria.

- Por favor déjanos a solas - ordeno el viejo a su criado

Sin mediar más palabras Danielito, apuro rápidamente medio vaso para calmar la sed y dijo animado

- Sabe igual que el Old Grand-Dad, verdaderamente este es el licor que tomaban los vaqueros del viejo oeste. Ya no hacen de esto las destilerías de hoy en día.

- Así es "sobrino" es un brebaje digno de la vieja escuela. Puedes tomar todo el que quieras, el barril está lleno y el Ventriloquista puede traernos lo que necesites. Pero ten cuidado, el grado de alcohol debe ser de al menos 62%

- Ni corto ni perezoso Danielito apuro dos vasos más del precioso líquido y comenzó a sentirse algo mareado

- Sobrino mío, tengo aquí dos fotos, la una es la de tu padre, mi hermano y la otra es la de Fortunato. Y hay algo que quiero resaltar, los Franz tenemos el lóbulo de la oreja pegada al rostro, es nuestra característica peculiar de familia, y tus lóbulos son despegados. Es más, viendo esta foto, pareces un clon de Fortunato

La última sentencia del Tío, le cayó como plomo al sobrino. Incluso el mareo que le proporcionaba el Bourbon desapareció un poco, y comenzó a mirar confuso la habitación, sintió como un ambiente fétido y con cierto regustillo a pesadilla, fue cuando noto que una de las paredes del cuarto desentonaba con el resto de la habitación.

- No me siento bien, Tío. 

- Comprendo, amado mío, si quieres regresa a tu hotel y continuamos otro día nuestra conversación

En medio del mareo, el Ventriloquista  y la Bailarina ayudaron a Danielito a salir del castillo y volver a su automóvil, ella le dijo:

- Tomas el camino hacia el norte, viras a la derecha y encuentras la salida que te lleva directo a la autopista que va hacia la ciudad.

Obediente como siempre, Danielito hizo caso a sus instrucciones, en medio del mareo y la confusión nunca llego a la autopista, al virar a la derecha se encontró con un precipicio, sin reflejos no pudo evitar caer al menos 200 metros,  pasaría mucho tiempo antes de que alguien encontrara los restos del accidente.

El viejo sonreía  y dijo a sus criados: Oficialmente, ya soy el último de los Franz. 

Inspirado en la Caída de la casa Usher y el Barril de amontillado

**Relato participante en el concurso cuentos macabros del Tintero de Oro (Homenaje a Edgar Allan Poe)