-¿Viste que inventaron una máquina para reemplazar las escaleras en los edificios? - Dijo la Detective Ada Esculli
- Sí. Es la noticia de la que todo el mundo habla hoy en día - Respondió dubitativo el Inspector Carbonell
- Pues me parece una máquina muy horrible, tengo un mal presentimiento de todo ello
- Mejor para nosotros.
- oh Carbonell. Querido, no tienes corazón ¿cómo puedes pensar de ese modo?
- Pues si algo malo ocurre, es en beneficio nuestro, la gente va a tener que llamarnos por lo que ocurra en esas cajas elevadoras
- ¿Malo? ¿Cómo que?
- Te apuesto a que pronto cada edificio importante va a tener una de esas nuevas máquinas elevadoras
- De acuerdo, pero y ¿cómo nos beneficia?
- Te aseguro que tarde o temprano cadáveres van a aparecer en esas cajitas y nosotros tendremos que ir a investigar los fatídicos sucesos. Hoy en día tenemos al menos 50 rascacielos en esta ciudad. Y en una década habrá 100 o 1000 .... solo imagínate: Tendríamos al menos 20 o 30 casos para investigar homicidios ocurridos en esos elevadores en una breve temporada
- Por Dios, querido, odio cuando hablas de ese modo. Te apuesto que nadie va a morir allí encerrado, o a lo sumo aparecerá uno que otro cadáver (o pedacitos) cada cierto tiempo.
- Apuesta aceptada, nena. Ya me veo yo llevando cadáveres de esos ascensores de la muerte hacia la morgue (o al revés) . Trabajo es lo que se nos viene encima. - Puntualizo Carbonell, mientras hacia ademanes de banquero contando dinero.
Esto se llama ser optimista. Ya se está saboreando el inspector el incipiente trabajo. Sin embargo, la detective no está muy convencida, jajaja. Saludos, Jose.
ReplyDeleteEfectivo relato.
ReplyDeleteUn mundo donde no se inventaron los ascensores hasta ese momento.
Por lo que los edificios son menos altos. O la gente estaba muy dispuesta a camninar.
Y Carbonell entusiasmado por la perspectiva de tener más investigaciones de asesinato.
A Ada Esculli esa idea no le gusta.
No que la relación entre los dos está muy activa.
Saludos.
Visión de futuro.
ReplyDeleteMás de un cadáver encontrarán, me tomo. Muy bien ambientado. Brillante trama.
ReplyDeleteUn abrazo
¡Vaya pareja! Muy original, Jose. Esa vuelta de tuerca relativa al trabajo que intuye el detective me ha gustado mucho.
ReplyDeleteInquietante al máximo y una pareja sin lugar a dudas que son tal para cual, ja ja. Besos. Me ha encantado :D
ReplyDeleteDonde trabajo pronto aparecerá algún cadáver aplastado... el que revisa los ascensores tiene cara de loco.
ReplyDeleteHay oportunidades de negocio donde menos las espera uno. Este inspector creo que estaría perfecto en cualquier ayuntamiento o gobierno. Muy buen relato, gran aporte al reto. Saludos.
ReplyDeleteEste hombre puede pecar de agorero; pero el tiempo le dará la razón, no me cabe la menor duda.
ReplyDeleteUn abrazo.
Hola José, es que los ascensores son claustrofóbicos y otros acristalados dan vértigo. No están hechos para gente frágil, y además, con esa corte de edificios tan altos, pues no da tiempo a parar ni a salir ¡cuántos habrán muerto en ellos! Vaya pareja de inspectores. Muy elocuente la conversación entre ellos y me gustó ese guiño a los tiempos que se inventaron los elevadores. Un abrazo
ReplyDeleteUn micro muy original para la propuesta del reto. Me ha gustado mucho, ya que no se habla de un cadáver en el ascensor, sino de potenciales cadáveres en el ascensor.
ReplyDeleteMe gusta como el protagonista busca lo bueno, incluso en lo malo. Je, je. Eso es ser un verdadero optimista y visionario.
Un saludo.
Parece que se lo toma como un pasatiempo, o un trabajo gustoso, eso de llevar cadáveres de acá para allá, je,je. Pero no ha resultado un buen adivino, pues, por fortuna, pocos muertos se han visto en ascensores, je,je. Muy bien hallado.
ReplyDeleteUn saludo.
Hola, José. Hay que tener visión de futuro y ver el primero dónde se encuentran las oportunidades. El que se adelanta, canta. Buen relato. Un abrazo.
ReplyDeleteMientras unos piensan en la comodidad, otros piensan en el negocio, visión de futuro, muy buen relato, saludos. Patricia F.
ReplyDeleteHola José muy buen relato la verdad es
ReplyDeleteQue la chica tenía razón , ya que desde que los inventaron hasta día de hoy han caído unos cuantos miles , no crees ? Muy buen saludos de flor.
Hola, José. Eso es tener visión de futuro!!! Si cobraran comisiones por los cadáveres, se podrían hacer ricos! jajaja
ReplyDeleteUn abrazo
A eso le llamo ser un visionario, cuánta razón tenía, entre muertos en el ascensor y otras cosas...Me ha encantado el nombre, bueno más bien el apellido, Carbonell, jajaja, viví en un piso cuyo ascensor era de ese tal Carbonell... Saludos!
ReplyDelete¡Hola, José! Ja, ja, ja... Sin duda que la pareja de detectives tiene una enorme visión de negocio. Y es que un ascensor, es un especie semiprivado o semipúblico y según sea el rascacielos bien puede darnos unos segundos para que pase cualquier cosa. Un abrazo!
ReplyDeleteBuen material.
ReplyDeleteBuen relato.
ReplyDeleteUn abrazo.
Cadáveres sobran, lo que faltan son lugares donde dejarlos.
ReplyDeleteSaludos,
J.
Eso es tener perspectiva de futuro, aunque sea un poco macabra, pero claro, en su trabajo es lo que hay, je, je.
ReplyDeleteExcelente trabajo, José.
Un abrazo!
Desde luego siempre hay alguien que ve el lado positivo a cualquier circunstancia, aunque sea un nuevo artilugio donde ubicar la muerte. Me ha gustado mucho el relato y su construcción como diálogo.
ReplyDeleteUn beso.
Bueno, Jose. No se puede decir que Carbonell no sea un optimista. Je, je, je. ¿Se ocuparán también de aquellos que mueran subiendo las escaleras?
ReplyDeleteUn relato muy original y divertido. Un saludo.
Has resuelto el relato a golpe de diálogos, con cierto humor negro y vista comercial de cara al futuro.
ReplyDeleteComo siempre, Jose, buen trabajo.
El dibujo en blanco y negro de un ascensor primigenio me ha encantado.
Eso se llama tener visión de futuro y de negocio, Cada uno ve por su economía y en este caso está bien claro.
ReplyDeleteUn saludo Jose
Puri
Hola José. Es probable que el futuro próximo de Carbonell sea un ascenso. Sobre todo si le toca resolver los casos de los cadáveres en los ascensores del Tintero 😁 Me encantó el relato y la ilustración. Un abrazo 🐾
ReplyDeleteA eso hoy en día se le llama emprendedor, el detective Carbonell si que tiene visión de negocio, los ascensores no son para subir o bajar ¡son para cometer asesinatos! muy divertido, José. Un abrazo.
ReplyDeleteTodo tiene su lado positivo. Los ascensores dan mucho juego en las escenas de cualquier tipo, además subir escaleras... es tan cansado.
ReplyDeleteBuena historia.
Un saludo.
Hola, José.
ReplyDeleteNo sé si me intriga más el amor por el trabajo del detective Carbonell o su frialdad ante la muerte. Aunque, tal vez, esa sea una buena cualidad para desempeñar su labor. Me ha gustado mucho, ¡felicidades! Un abrazo desde la Buhardilla de Tristán.
Curiosa la manera de Carbonell de entender los beneficios/inconvenientes de las nuevas tecnologías.
ReplyDeleteUn saludo.
Donde se corre algún riesgo, también se busca el lucro.
ReplyDeleteDejo mi saludo.
Todo un pensamiento preclaro. Este hombre debía tener una bola de cristal. Su seguridad era apabullante. Tal vez le vio apariencia de ataúd a la caja del ascensor.
ReplyDeleteUn saludo.
Hola, Jose!! Me ha gustado mucho tu relato. Ambientas muy bien la historia en un tiempo en el que no existían los ascensores y creas diálogos en los que el inspector expresa su alta expectativa de tener más trabajo y la detective que no está tan convencida. Muy bueno!! Saludos!!
ReplyDeleteHola, José, seguro que la apuesta con el tiempo dio ganador a Carbonell, pero Ada entre fiambre y fiambre siguió tomando las copas a cuenta de su clarividente colega. Saludos 🥂
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